domingo, 30 de octubre de 2011

¿VIVIRÍAMOS MEJOR SI NO NOS HICIESEMOS PREGUNTAS?

Nuestro profesor Rafa de la asignatura de filosofía nos ha pedido que trabajemos con hambre las preguntas que salen en clase, y esta es una que le pareció interesante tanto a él como a los demás alumnos de la clase, por eso voy a intentar contestarla lo mejor posible:

¿Qué si viviríamos mejor sin hacernos preguntas? Pues sinceramente no lo sé, directamente es algo que no me puedo  ni imaginar ya que todo lo que somos y toda nuestra vida está constantemente repleta de preguntas.
Creo que hay tres tipos de contestación:

- Si no nos hiciésemos preguntas nos daría exactamente igual todo, ya que creo que las preguntas son lo que mueven a las personas a hacer algo, a inquietarse por algo, a ser algo, si no nos hacemos preguntas ¿qué inquietudes vamos a tener? ¿Qué sería de nuestras vidas sin hacernos preguntas?

-Después, en el caso de sí que nos hiciésemos preguntas las hay que son algo incomodas o te levantan algún que otro dolor de cabeza y sinceramente creo que son las que no te sirven para nada, y son las que te producen sentirte mal y estar triste. Como por ejemplo si estás descontenta con algo las preguntas: ¿Por qué a mí y no a otro? ¿Qué hecho yo para merecer esto? Que son preguntas que no tienen ni van a tener respuesta pero por desgracia alguna vez en la vida nos las hacemos.

-Y después la preguntas que son las positivas, que son las preguntas de:
¿Qué tengo que hacer para conseguir (algo)? ¿Dónde tengo que ir para hacer (algo)?
Preguntas que como he dicho algo nos hacen movernos y nos hacen sentirnos activos y útiles.

En conclusión, mi respuesta a ¿viviríamos mejor sin hacernos preguntas?
Es que no, aunque eso sí, dependiendo si el tipo de pregunta que te haces es de las que he explicado como positivas o como negativas.




jueves, 20 de octubre de 2011

SI LAS COSAS TIENEN SOLUCIÓN ¿POR QUÉ TE PREOCUPAS? Y SI LAS COSAS NO TIENEN SOLUCIÓN ¿POR QUÉ TE PROCUPAS? (frase sacada de Internet)

Esta frase a mí me parece muy curiosa, por eso le dedico estas líneas.
Creo que todo el mundo al leer esta frase ha entendido lo que significa, igualmente yo voy a hacer mi propia reflexión y mis propias opiniones sobre esta frase-pregunta.
                          
En primer lugar si las cosas tienen solución ¿por qué nos preocupamos? Creo que nos preocupamos porque al existir la posibilidad de que se solucione el problema, intentamos resolverlo lo mejor posible. Esta reflexión no tiene demasiada importancia  ya que es algo lógico que todo el mundo busque soluciones para sus problemas por el simple hecho de necesitar que estos se remedien y más si saben que existe la solución a ese problema.
 La pregunta que me parece a mí realmente interesante es la segunda: si las cosas no tienen solución ¿Por qué nos preocupamos? La respuesta a esta pregunta desde mi punto de vista es porque la preocupación forma parte de nosotros y es algo que no podemos evitar, por decirlo de alguna manera es algo qué poseemos de manera inconsciente. Podríamos vivir perfectamente sin preocupaciones pero tenemos que buscarlas para que nos demostremos a nosotros mismos que no nos rendimos y que somos capaces de buscar o al menos de intentar encontrar alguna solución aunque algunas veces no lo consigamos.
Creo que las preocupaciones no son del todo negativas, ya que nos hacen pensar, reflexionar, aprender y sobre todo tener aspiraciones tanto para el presente como para el futuro.
Todo el mundo que quiere conseguir algo necesita preocuparse, si un estudiante quiere llegar a ser médico por poner algún ejemplo necesita preocuparse por sus estudios, o si una persona quiere comprarse un coche es necesario que se preocupe de conseguir el dinero, aunque no hay que llegar a confundir la preocupación con la obsesión.

“Las preocupaciones al fin y al cabo no son tan malas como parecen.”



miércoles, 19 de octubre de 2011

¿EXISTE LA SUERTE?

Este me parece un tema muy subjetivo además de supersticioso, ya que creo que la mayoría de las personas al enfrentarse a algo ya sea malo o bueno han dicho alguna vez en la vida algo como ¡qué mala suerte! o ¡qué buena suerte!

Yo si creo que exista la mala o la buena suerte, aunque haya gente que piense y opine que las cosas que pasan no están relacionadas con la suerte, si no porque están predestinadas a ser así, o ni si quiera se lo cuestionan y opinan que pasan así porque sí.
Creer en la suerte pienso que depende de las experiencias vividas o las que tienes que vivir diariamente. Este, aunque sea un ejemplo muy tonto, opino que está bastante bien para explicar lo que yo quiero dar a entender:
“Estás sentado en el banco de algún parque o aunque no sea un parque, de cualquier sitio, donde a los pies hay una moneda; no te das cuenta y abandonas el lugar como si nada; más tarde  se sienta otra persona y se encuentra esa moneda que has podido encontrarte tú pero no ha sido así.”
¿Por qué no te has encontrado tú esa moneda, teniendo las mismas o más probabilidades (ya que te has sentado tú primero) de encontrarla que la persona que se la encuentra?

Yo creo que la mayoría de las personas sobre todo adultas y que saben como es y como está el mundo, creen en la suerte; cuántas veces, cuando nos quejamos de algo que en realidad es insignificante, nuestros padres nos han dicho: “tendrías que dar gracias por la suerte que tienes”
Ellos se refieren a que siempre habrá gente que lo estará pasando peor o mucho peor que tú; que tenemos que dar gracias por un simple plato de comida en la mesa, algo que por desgracia no pueden tener muchas personas, o por estar sano, ya que muchas personas, incluso niños o jóvenes están gravemente enfermos.

¿ Por qué a ellos y no a nosotros?

¿Por qué tenemos este tipo de vida en vez de otra?           
                                                                                               
¿Será cuestión de suerte o será el destino?

   

lunes, 3 de octubre de 2011

Solo sé que no se nada "SÓCRATES"

Cuanto más leo, indago, estudio, sobre todo cuando lo hago sin prisa, sin el estrés de los exámenes, me doy cuenta que el saber me resulta cada vez más emocionante y que realmente la frase con la que he encabezado este tema, es una pura realidad. Cada vez que investigo sobre alguna curiosidad o tema que me resulta  interesante, voy dándome cuenta de todo lo que me queda por aprender. Podría pasarme toda una vida engullendo conocimientos y no terminaría jamás. Esta reflexión la podríamos enlazar con la puramente contraria: la ignorancia es atrevida.
Contrastando el encabezamiento de este texto con la frase que acabo de citar, observo la profunda diferencia que existe entre ambas frases: la primera está impregnada de humildad y la segunda, al contrario resulta prepotente.
En la vida diaria, nos encontramos con gente muy variopinta, que responde a estos dos tipos de concepción del saber. Cuando te encuentras con gente que sabe mucho y que incluso pasa casi desapercibida, es admirable aprender de ellos si se da el caso. Al contrario, cuando te encuentras gente inmersa en el segundo tipo de personas que estamos definiendo, lo mejor es dejar el agua correr y ni siquiera discutir, sobre todo cuando quieren llevar la razón a toda costa.

MIRIAM